Mujeres que nos inspiran. Cinco preguntas a Raquel Valero, CEO de PlayFilm

LEGÁLITAS IMPULSA  

Con poco más de 20 años fundó su primera empresa, y desde entonces, sigo enamorada del emprendimiento. Le apasiona la innovación, la creación de empresas y liderar a otros líderes con los que construir una visión conjunta, ambiciosa y retadora. 

¿Cuál fue tu motivación para convertirte en empresaria?

Soy emprendedora desde los 20 años. Estoy segura que es algo que me viene de familia. He tenido la suerte de tener como padre a uno de los pocos hombres feministas que nacieron en la España de 1950. Recuerdo que con 5 años, ya me decía: “hija mía, tú nunca dependas de nadie... tú tienes que trabajar y tener tu propio dinero” También me recalcaba mucho que tengo “las mismas obligaciones y los mismos derechos que un hombre” Y vaya si me caló el mensaje. Eran los años 80, y yo ya soñaba con ir por ahí con un maletín y tacones saliendo de un descapotable (que en mi imaginario ochentero, era la visión de una mujer exitosa).

Además, él siempre ha sido muy emprendedor. El estilo de vida que he visto desde pequeña siempre ha sido “vivir y pensar por y para la empresa”. A los 18 años comencé a trabajar en la empresa familiar, pero pronto me dí cuenta que ni esto, ni trabajar para terceros iba a ser suficiente. Me apasiona demasiado crear empresas para mejorar la vida de las personas. Me gusta compartir la visión estratégica y la táctica con personas talentosas y comprometidas con el proyecto.  

Por esto, a pesar de haber estudiado una carrera de las de “poco futuro” (Historia del Arte) fundé mi primera empresa Projecta (relacionada con la gestión del patrimonio cultural) con poco más de 20 años. Durante 10 años dimos trabajo a más de 200 personas. Finalmente nos fusionamos con una agencia de marketing digital en 2010, y fue ahí cuando conocí a mi actual socio, Rafael Navarro, con el que luego fundaría PlayFilm.

¿Cómo fueron los inicios de Playfilm, y cuál es tu valoración del proceso de puesta en marcha hoy en día?

Los inicios fueron duros, pero muy emocionantes. Fundamos PlayFilm en 2014 con el objetivo de revolucionar la publicidad online con el Vídeo Interactivo.

Como cualquier startup en fases iniciales, tuvimos que defender y demostrar, a veces lo indefendible y lo indemostrable, porque para desarrollar un producto tecnológico como PlayFilm necesitamos inversión y eso requirió de una búsqueda activa de dinero que nos llevó mucha energía y tiempo: proyecciones financieras, hipótesis de posibles exits, investors deck. Eso fue quizá lo más duro, porque aunque te desdobles, esa energía y ese tiempo se resta del tiempo que dedicas a pensar en las necesidades del cliente, y por ende, a mejorar el producto.  

Los procesos de inversión son demasiado científicos, quieren apoyarse en realidades, pero las startups son 100% incertidumbre, son milagros en equilibrio.  

Conseguimos la primera inversión y durante 2016 y 2017 vendimos nuestra tecnología a más de 300 agencias y productoras. En 2018, conseguimos una segunda ronda de 1,7M para seguir creciendo, pero justo en ese momento, el mercado cambió y los clientes comenzaron a dejar de renovar las licencias. Perdimos el 85% de los clientes en menos de 4 meses.  

Lejos de abandonar, y con un equipo súper empoderado, en 2019, decidimos pivotar y enfocarnos en un nicho concreto, un nuevo formato publicitario de Vídeo Interactivo específico para móvil que permite a las grandes empresas captar leads de calidad en sus Redes Sociales. Este fue un momento difícil porque tuvimos que reestructurarnos y pasamos de ser 25 personas en el equipo a ser 7.  

En 2020, cuando ya el agotamiento hacía mella, finalmente, logramos aportar un valor increíble a los clientes y empezamos a escalar y a conseguir rentabilidad, alcanzando récord de facturación (superamos el 1M de euros, y entramos en Break Even) En 2021, la tendencia se consolida y podemos estimar una facturación que superará los 5M de euros.  

Por el camino, hemos encontrado a un grupo heterogéneo de inversores que nos ha ayudado y apoyado siempre y hemos construido nuestro principal activo, que no es la tecnología, sino un equipo increíble de líderes profesionales con el que estamos disfrutando muchísimo mientras construimos una gran empresa.

A día de hoy creo que este proceso me ha enseñado muchísimo como persona y como empresaria. Sin duda, ha sacado lo mejor y lo peor de mi, y me ha fortalecido, ensanchando mis límites de resiliencia y tolerancia al riesgo.   

Creo sinceramente que es imposible, o muy difícil, construir una gran empresa sin grandes dosis de incertidumbre, sin obsesionarse con el producto, o sin darlo todo. Si tuviera que empezar de nuevo, sería muy consciente de que el camino va a ser así, y me concentraría en disfrutarlo, y en no sufrir tanto, incluso en los momentos que duelen (que es el 90% del tiempo) porque son parte natural del proceso y del aprendizaje.  

A efectos prácticos, si tuviera que empezar de nuevo con lo que ya sé, me concentraría en construir un modelo sostenible económicamente desde el principio, porque a pesar de ser más lento, te focaliza mucho más en los problemas de los clientes y te obliga a desarrollar un producto mucho más sólido.

¿Cuál es el mejor consejo profesional que has recibido ¿De quién vino?

 Pues precisamente era este consejo, “céntrate en el problema de un segmento de clientes lo más pequeño que puedas, y sé la mejor en solucionarlo, y a partir de ahí hazte todo lo grande que puedas”. Y vino de Juan Roig, Presidente de Mercadona, que desde el principio confió en nosotros y nos apoyó financieramente. Sin duda, sin él PlayFilm no hubiera sido posible.

¿Qué consejo le darías a una emprendedora?  

Que tenga confianza en sí misma y en su potencial. Que si realmente tiene una idea de negocio que mejora la vida de las personas, luche por llevarla a cabo, y que no haga caso de la gente que le dice que no va a conseguirlo. Si yo hubiera cobrado 1.000 euros por cada persona que me ha dicho NO, o me ha sugerido que abandone PlayFilm, ya sería milmillonaria.

Que trabaje su mente y su coeficiente emprendedor (tolerancia al riesgo, capacidad de soñar grande y bien….), por encima de los conocimientos financieros, comerciales, de marketing etc… (que también son básicos) y que se cuide, física y psicológicamente.  

Que intente no necesitar mucho capital al principio, y que se focalice en solucionar el problema de su cliente mejor que nadie y de la manera más eficiente posible.  


¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

El actual entorno económico es un reto mayúsculo y constante. Hace que las personas tengan que dar lo mejor de sí mismas en todo momento. Lo que más me gusta es poder ver cómo crecen profesionalmente mis compañeros de trabajo. Asistir a esta mejora, y a sus frutos: las felicitaciones de los clientes, es la mejor recompensa a todo el esfuerzo y la exposición que supone crear una empresa innovadora.  

Creo en las organizaciones ágiles, formadas por líderes autónomos en los que la gobernanza se supedita a las necesidades de los clientes, y la visión y la ambición es altísima y compartida por todos. Y me encanta liderar una de estas organizaciones. Estoy orgullosa de lo que hacemos y de quiénes lo estamos haciendo posible.  

  

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