Mochila Austriaca: ¿Qué es y cómo podría impactarnos? El reto necesario de la comunicación para una efectiva planificación de la jubilación.

Álvaro Granado Responsable Pensiones

En pleno debate a nivel europeo sobre las condiciones que pueden imponer a España para tener acceso en determinadas condiciones a los fondos de reconstrucción de la Unión Europea, está sonando fuerte que una reforma en las Pensiones y en el mercado laboral, podrían ser algunas de las tareas que nos vendrían impuestas para permitir a España recibir estos fondos. Se está hablando en España del modelo de la “Mochila Austriaca” como una de las posibles reformas a incorporar en España.

Esto podría suponer matar dos pájaros de un tiro, aprovechando el cumplimiento de la directriz europea, y, poder afrontar la delicada situación por la que atraviesa nuestra Seguridad Social. Pero ¿sabemos en qué consiste y qué impacto podría causar en España?

Modelo actual vs Mochila Austriaca

De entrada, supone un cambio radical con respecto a lo que tenemos en España hoy. En la actualidad, tanto para la pensión de jubilación como la posible indemnización por despido, contamos con un sistema de prestación definida. Es decir, se trata de un modelo el actual en el que con ciertos parámetros (años de cotización, antigüedad en la empresa, salario, base de cotización,…) la prestación de jubilación y la indemnización por despido, quedaría definida.

El modelo de “Mochila Austriaca”, es un esquema de aportación definida basado en conseguir una prestación de jubilación o desempleo, formado por la acumulación de aportaciones a un fondo, que me acompañará durante toda mi carrera laboral desde la fecha de entrada al mercado de trabajo, hasta la fecha de salida. 

Si nos ceñimos al modelo aplicado en Austria, la aportación que la empresa va haciendo a esta mochila, es el 1,53% del salario. Estas aportaciones, son gestionadas por empresas privadas, de tal forma que al final, mi mochila se compondrá de las mencionadas aportaciones y de la rentabilidad obtenida en las inversiones. La mochila siempre acompaña al trabajador, con independencia de que sufra un cambio de trabajo.

¿Cómo afecta a la empresa?

¿Esto es bueno para mí como trabajador? ¿Supone una mejora con respecto a lo que tengo en la actualidad? La respuesta corta es que se trata de un sistema “menos generoso” y por tanto, peor que el actual. Por ello, su puesta en marcha es probable que implique un periodo transitorio donde tengan que convivir el modelo actual y el nuevo modelo. Especialmente, considerando a los trabajadores que ya se encuentran en el mercado de trabajo.    

Excluyendo de la ecuación a los trabajadores que ya están en el mercado de trabajo y centrándonos en nuevos trabajadores sin antigüedad laboral, un sistema de este tipo, si pretendiera ser equivalente al actual, en términos de un fondo acumulado anual igual a la teórica indemnización actual en caso de despido (durante los años en los que la posible indemnización por desempleo no estaría topada por 12 o 24 mensualidades), supondría, bajo ciertas hipótesis de rentabilidad del fondo y de crecimiento salarial, que habría que destinar, un 5,48% o un 9,05% del salario a la mochila según se tratase de un despido objetivo o improcedente. Parece un coste muy elevado, que parece difícil vayan a asumir las empresas si no hay contrapartidas que lo pueda compensar.

Si hacemos la comparación del modelo “Mochila Austriaca” con nuestra Seguridad Social actual, sencillamente, se trata de algo incomparable. Un trabajador para el que se realizasen aportaciones al nuevo modelo, de por ejemplo un 2% del salario durante 30 años, podría jubilarse con una pensión que le cubriría aproximadamente un 2,5% - 3,5% de su último salario. Es por ello, por lo que parecería razonable que si se pone en marcha una reforma de este tipo, la “Mochila Austriaca” podría darse como complementario al sistema de jubilación como el que tenemos en la actualidad, pero que también habría que reformar y a la baja.

¿Qué supondría esta medida?

Una medida de este tipo supondrá un enorme reto para todas las partes implicadas: El Estado, las empresas y los trabajadores. Su posible puesta en marcha, sin duda, hará necesario abordar cuestiones del tipo. ¿Cómo será financiado? ¿Debe establecerse un sistema “común” para abordar problemas distintos como la jubilación y el desempleo? ¿Cómo se reforma la Seguridad Social actual para complementarla con la Mochila Austriaca? Etc.

Una de las claves del éxito de cualquier reforma, y esta no es una excepción, es la transparencia, de tal forma que todos consigamos entender en que consiste el cambio y como nos va a afectar. Volviendo a la jubilación, como un de las áreas afectadas por este cambio, y en el que ya hay desconocimiento generalizado, desde KPMG colaboramos con las empresas en otorgarles una solución para ayudar precisamente en esta tarea de transparencia y comunicación, con el único fin de que los trabajadores, dispongan de la información necesaria para poder afrontar con tiempo y de forma efectiva una tarea cada vez más necesaria como es la planificación de la jubilación.


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