Fondo de pensiones promovido por el Estado: ¿Tendrán cabida las PYMES?

LEGÁLITAS IMPULSA  

España es un país cuyo tejido empresarial está formado principalmente por pymes. En los últimos tiempos, ante la inminente reforma de la Seguridad Social en España, se está hablando cada vez más de la necesidad de que las empresas, con independencia de cuál pueda ser su tamaño, comiencen a asumir mayor protagonismo en el sentido que deberán ser los planes de jubilación promovidos por las empresas los que sirvan de complemento a la más que probable disminución que sufrirán a medio y largo plazo las pensiones públicas. 

Por ello, una de las recomendaciones aprobadas el pasado 27 de octubre en la Comisión de Evaluación y Seguimiento del Pacto de Toledo es la de incentivar la creación de planes de jubilación privados que sean promovidos desde la Empresa.

Es cierto que, hoy, de acuerdo con el último Estudio de Mercado elaborado por KPMG Abogados, sobre la situación de las Pensiones en España, la previsión social complementaria no está desarrollada adecuadamente en nuestro país, pues según este estudio, en torno al 27 por 100 de las empresas participantes en el Estudio, cuentan con planes de jubilación a favor de sus empleados. Se trata de una muestra la del Estudio, que, si bien es representativa de todos los Sectores de nuestra economía, el tamaño de la mayoría de las empresas participantes es grande o mediano. Por ello, aunque no disponemos del dato, si se incluyesen pymes y autónomos en la muestra, con muy alta probabilidad, este 27 por 100 de empresas con planes de jubilación, se reduciría de forma muy significativa.

La pyme presente en el segundo Pilar para las jubilaciones, la previsión social empresarial 

En circunstancias de hace 20 años, no era muy preocupante que la previsión social empresarial o segundo Pilar no estuviera adecuadamente desarrollado, pues la Seguridad Social cubría con su pensión de jubilación de forma adecuada a la mayor parte de los trabajadores en España. Sin embargo, desde la reforma de 2011 y 2013 y con la anunciada próxima reforma de nuestro sistema de pensiones, que tendrá que reducir las pensiones futuras, será necesario que se incorpore al sistema un segundo Pilar de previsión social robusto y capaz de compensar a los futuros jubilados parte de la disminución que se vaya a producir en la pensión pública.   

El segundo Pilar lo forman todas las empresas de España, con independencia del tamaño de estas, por lo que probablemente se “exigirá” a todas ellas un esfuerzo adicional para contribuir al ahorro de sus trabajadores. Ya se ha recomendado en el Pacto de Toledo, y ha conformado el Gobierno de España, que se establecerán incentivos a las empresas para la creación de este tipo de planes de jubilación.

El Gobierno ya ha dado el primer paso en el borrador de la Ley General de Presupuestos del Estado para el año 2021, en su Disposición Adicional Cuadragésima, Promoción de Fondos de Pensiones Públicos de Empleo, donde se establece que el gobierno deberá presentar en un plazo de 12 meses, un proyecto de Ley sobre fondos de pensiones públicos de empleo, en el que se atribuya a la Administración General del Estado, capacidad legal para su promoción.

Tendremos que esperar para saber si este Fondo Público de Pensiones, que se crea con la intención de fortalecer el Segundo Pilar, cuanta la flexibilidad necesaria para que los colectivos de trabajadores Autónomos y medianas y Pequeñas empresas puedan adherirse a él y conseguir que definitivamente, ante la situación que vive nuestra Seguridad Social, podamos contar con un sistema de pensiones robusto que pueda dar cobertura desde los 3 Pilares, público, privado colectivo y privado individual, de manera conjunta a la población española. 

Además de la flexibilidad, el éxito en esta empresa quedará condicionados a las facilidades e incentivos que se pongan a las empresas en este ámbito y por supuesto, que se acompañe esta reforma con un adecuado sistema de comunicación que tenga la transparencia por bandera: “cuanto mayor sea el grado de conocimiento e información, mayor será el nivel de concienciación en las empresas, trabajadores y resto de la población”. Sin concienciación, en un país sin cultura de ahorro para la jubilación, las probabilidades de éxito son bajas. Por ello, la comunicación es un aspecto capital en el que se tendrá que trabajar desde el Gobierno y Agentes Sociales, para conseguir arrancar con éxito en el camino que nos llevará a contar en el medio plazo con un sistema de pensiones moderno y adaptado a nuestros tiempos. 

Este sistema de pensiones moderno deberá contar con un Segundo Pilar cuyos protagonistas tendrán que ser las empresas de este país, sin importar su tamaño. Ojalá en pocos años, el 27 por 100 de empresas que ofrecen planes de jubilación a sus trabajadores, pueda estar cercano al 100 por 100. 

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