¿Puede una pyme gestionar con criterios ESG 'environmental, social and governance') ?

LEGÁLITAS IMPULSA  

Durante el último año, prácticamente en todo el mundo hay un tema estrella, todo lo relativo a ESG ('environmental, social and governance').

Dentro de estas siglas se engloban todas las iniciativas relacionadas con el medio ambiente y la sostenibilidad a largo plazo de los negocios.

Muchas de estas iniciativas han sido impulsadas desde los inversores con el fin de promover a largo plazo la sostenibilidad de las compañías. Al principio, tenían que ver con temas muy financieros, pero poco a poco el espectro se ha ido ampliando hasta tal punto que las cuestiones ESG exceden el ámbito meramente cuantitativo, y se centran en la consecución de otros propósitos de las compañías que son más cualitativos, pero que también son objetivos de las mismas, porque su implementación tiende a garantizar la supervivencia de los negocios a largo plazo. 

Debido a la multitud de perspectivas y tipologías de impactos derivados de las iniciativas ESG, se han desarrollado diversos estándares y requisitos de información, los más relevantes son los SASB (Sustainability Accounting Standards Board), que establecen estándares para 77 industrias concretando los aspectos más relevantes en cada una de ellas, a fin de tener una referencia de qué es relevante en cada caso.

ESG ¿es para pymes? 

En este contexto, parece que todo lo relativo a ESG suena a grandes compañías con grandes equipos estableciendo objetivos, midiendo y revisando multitud de aspectos, desde los medioambientales, pasando por los sociales o los de buen gobierno. En consecuencia, se antoja un mundo amplio y complejo de medir y gestionar para una pyme.  

Por ello, cabe preguntarse si las pymes también podrían gestionar sus negocios aplicando criterios similares que también ayudasen a conseguir sus objetivos de negocio de una manera mejor. 

Sin lugar a dudas, la respuesta debería ser afirmativa. Las dinámicas que afectan a las grandes empresas en cada industria, no sólo se quedan ahí, sino que al tratarse de dinámicas sectoriales, se trasladan también a las pymes que operan en dicho ámbito, por ello, también deberían ser relevantes para ellas.

Aplicar ESG en pymes vs Grandes compañías

La esencial diferencia entre empresas de un tamaño y dimensión u otro, radica en la relevancia que los diferentes asuntos puedan tener para su negocio, y la capacidad y complejidad de gestión y financiación que puedan tener.

Si tuviéramos que elegir por dónde empezar, parece que puede tener sentido incorporar a la gestión diaria o de largo plazo de una pyme aquellas iniciativas que estén íntimamente vinculadas con su propósito, es decir, aquello que está en su ADN y donde la compañía desee verdaderamente mejorar o contribuir a la sostenibilidad de su entorno.

A diferencia de las grandes compañías, donde a menudo la responsabilidad de la implantación de elementos ESG podría quedar a un nivel muy elevado al definirse estrategias y objetivos más generales con una menor implicación de los empleados en general, en el caso de las pymes, la contribución a los objetivos ESG puede desarrollarse por parte de todos los empleados de la compañía en cada gesto que lleven a cabo.

Todas las empresas y las personas en su día a día, pueden elegir tomar medidas para evitar accidentes laborales dentro de su entorno y en sus equipos, también pueden favorecer con su forma de gestionar el compromiso de aquellos que trabajan en su entorno tratando a las personas de manera equitativa, mejorar los procesos de aprovisionamiento para que sean más sostenibles, ser conscientes del ahorro energético y de recursos que podemos generar con pequeños gestos a nuestro alcance que sumados a los de muchos otros, consiguen un gran impacto. Son sólo algunos ejemplos de elementos que están relacionados con ESG y que están al alcance de todos.

Además, todas estas iniciativas se están revelando como un poderoso elemento de atracción y retención de talento, así como de atracción de clientes, ya que cada día más los empleados y los clientes están más concienciados con este tipo de iniciativas.

La inclusión de métricas ESG en los sistemas de remuneraciones de los empleados dependerá del grado de desarrollo de dichos sistemas en función de la empresa, de los elementos más vinculados con su actividad clave y la relevancia de los objetivos.

Incorporar métricas cuantitativas que puedan no ser correctamente cuantificadas, que den lugar a más burocracia en la organización o puedan alterar comportamientos, a veces puede no ser recomendable en determinadas circunstancias, pero en otras, puede ayudar a transmitir mensajes y reforzar ideas estratégicas, por lo que de hacerse en una pyme, el planteamiento debería ser muy conservador.

Por lo tanto, como conclusión final, en el caso de las pymes la recomendación sería pensar en cómo se puede contribuir a estos objetivos desde el core del negocio, a través de toda la compañía y vinculada al propósito de la misma, más que centrarse en un enfoque más mecanicista que pueda desenfocar el objetivo final.  

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